Fija los dientes y perfuma el aliento



El lentisco es un arbusto del que se obtiene la almáciga, remedio tradicional para los problemas de encías y la halitosis. con sus hojas pueden prepararse enjuagues bucales, bálsamos cicatrizantes e infusiones contra la diarrea.

La Almáciga o mastitis es la  resina  que exudan los tallos de lentisco cuando se incide superficialmente en los tallos. Dioscórides ya la recomendaba en el siglo primero de nuestra era con el fin de “apretar las encías” y para combatir el mal aliento. En la actualidad forma parte de numerosos dentífricos y preparados farmacéuticos.

Propiedades e Indicaciones.


La Almáciga contiene ácido mastíctico, masticina y esencia rica en pineno. Al masticarla forma una masa blanca como la cera, que se adhiere a los dientes. Por su acción antiinflamatoria y antiséptica, combate la piorrea y la gingivitis, resulta útil en el tratamiento de la paradontosis, que es la principal causa de pérdida  de piezas dentarias. Perfuma el aliento, produciendo una sensación de frescor y limpieza.

Las Hojas y Tallos tiernos contienen menos cantidad de principios activos, pero poseen más tanino, se usa igual que la almáciga, en enjuagues bucales hechos con decocción para desinflamar las encías y fortalecer la dentadura.

Uso externo:


·       Hervir agua durante un minuto, echar en un recipiente y agregar una porción de hojas, dejar reposar, hacer enjuagues bucales,  con una decocción de hojas y tallos tiernos (100 g por litro de agua hasta 5 veces al día.


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